Por primera vez en su historia, Ecuador está a punto de asegurar acceso preferencial a uno de los mercados más dinámicos y sofisticados de Asia. El próximo 2 de septiembre se firmará en Seúl el Acuerdo Estratégico de Cooperación Económica (SECA) con Corea del Sur, un pacto que abre la puerta a que el 98% de la oferta exportable ecuatoriana ingrese con beneficios arancelarios.  

Más allá de Estados Unidos y la Unión Europea  

Durante décadas, el comercio exterior del país ha girado en torno a dos polos: EE. UU. y la UE. El SECA representa un giro estratégico: un puente hacia Asia que puede redefinir la estructura exportadora nacional. Para Ecuador, esto significa menos dependencia, más diversificación y la oportunidad de convertirse en un jugador competitivo en un mercado de 51 millones de consumidores con alto poder adquisitivo.  

El acuerdo dará un espaldarazo a los productos que ya sostienen la economía, pero su verdadero valor está en la apertura para nuevos nichos. Frutas como la pitahaya, el mango y la piña podrán entrar con ventaja arancelaria, justo en un momento en que los consumidores surcoreanos demandan alimentos tropicales, saludables y premium.  

Complementariedad que juega a favor  

La relación con Corea del Sur es un ejemplo de economías complementarias: Ecuador ofrece biodiversidad y alimentos; Corea, innovación tecnológica e industrial. El SECA no solo abre un mercado, también genera condiciones para que lleguen al país inversiones en infraestructura, energía y tecnología, modernizando la producción y mejorando la competitividad.  

¿Qué gana Ecuador?  

  • El camarón, con ventas globales de más de USD 6.000 millones en 2024, podría aumentar hasta un 10% sus exportaciones hacia Asia.  
  • El banano y el cacao recuperarían terreno frente a competidores regionales gracias a la eliminación de aranceles.  
  • La pitahaya, el mango y la piña podrían generar más de USD 50 millones anuales en cinco años, consolidando a Ecuador como proveedor de frutas exóticas premium.  
  • La expansión de mercados traerá consigo empleo rural, demanda de empaques sostenibles y servicios logísticos más sofisticados.  

El siguiente paso  

El convenio deberá ser aprobado por la Asamblea Nacional del Ecuador y el Parlamento surcoreano, pero el camino ya está trazado: Ecuador apuesta por Asia y, con ello, abre una etapa en la que dejará de ser visto únicamente como exportador tradicional, para consolidarse como proveedor confiable de alimentos sostenibles y de calidad.  

El SECA con Corea del Sur no es únicamente un tratado arancelario, sino una apuesta estratégica que redefine el camino del país, enfocándose en Asia, donde China era su principal aliado, se ha encontrado nuevos rumbos hacia Japón y Corea del Sur. Para Ecuador, significa diversificar su canasta exportadora, reducir la dependencia de sus socios tradicionales y consolidarse como proveedor confiable de alimentos sostenibles en Asia. 

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